¡Hola chicas!

Les cuento que antes de estar en toda esta onda de la buena vida y de este estilo de vida pleno y saludable, intenté muchas dietas. Muchas de ellas me las recomendaban mis amigas.

A las chicas les funcionaban de alguna forma y pensaba que a mí también, pero nada de eso, al contrario me hacían sentir muy cansada. Siempre me preguntaba por qué… llegué a sentir que había algo extraño en mí. Hasta que descubrí que la culpa era de la “Bio individualidad” , y … ¿qué es eso? Muy fácil:

“Cada cuerpo es un mundo y funciona diferente. Los alimentos que para ti pueden ser un milagro, para otros pueden ser un veneno”.

Resulta que, existen muchos factores que influyen en lo que puede ser para cada uno, un buen estilo de vida saludable. Tiene que ver con nuestra química interna, es decir, cómo funciona nuestro metabolismo y nuestro tipo de sangre. Depende también de aquello que nuestro cuerpo puede digerir o no. Y por supuesto de la cantidad de alimentos procesados y naturales que consumimos.

La bio individualidad también tiene que ver con el tipo de clima, la actividad diaria, la edad y nuestro sexo. No hay reglas universales, no todo funciona para todo el mundo.

Desde que sé esto, mi objetivo ha sido convertirme en una experta de mi propio cuerpo, y de cómo éste reacciona a todos esos factores externos. Esto ha marcado la diferencia en mi salud, mis energías y mi cuerpo. Lo más importante es aprender a observar y escuchar nuestro cuerpo. Él tiene todas las respuestas.

Así que, chicas vamos a convertirnos en nuestras propias observadoras.

Hagamos este ejercicio: tomemos nuestra libreta de anotaciones y por esta semana, luego de comer, observemos cómo nos sentimos. Observen si se sienten con energía, con sueño, con molestia en el estómago, incómodas, o cómodas. Así irán dándose cuenta qué alimentos las favorecen más o menos. Yo, por ejemplo, ya me di cuenta que la carne de vaca hace mi digestión más lenta. Ya me contarán ustedes cómo les fue.

¡Besos!

Erika Greenawalt