¡Hola chicas!

Les cuento que la semana pasada tuve que hacer una revisión completa de mi rutina y de todo lo que he estado haciendo, comencé a sentirme como una gallina que corre de un lado a otro, saltando de actividad en actividad, ¿les suena conocido?

Y lo peor es que muchos días sentía que no había avanzado mucho en lo que era importante para mí. Me dije: Erika para… ¿qué estás haciendo? No vayas otra vez a quedarte paralizada con el estrés. Yo misma apreté mi botón de alarma y me senté a hacer este ejercicio que me ayudó a evaluar nuevamente mi rutina y lo que estaba haciendo.

Tomé lápiz y papel, durante un día entero anoté cada una de las cosas que iba haciendo, colocando hora y cantidad de tiempo que me tomaba cada tarea. Esto incluía todo; llamadas de teléfonos de mi equipo, de mis amigas, de mis familiares, el tiempo en las redes sociales, contestando correos, ¡todo! ¡Qué buen ejercicio! Les recomiendo que lo hagan, me di cuenta cuánto tiempo empleaba cada día en esas llamadas imprevistas que interrumpían lo que estaba haciendo. También me di cuenta la cantidad de veces que suelo saltar de una tarea a otra, tratando de ahorra tiempo y hacer varias cosas a la vez, ¡qué error! Definitivamente entendí que tengo que retomar mi lista de prioridades diarias y apegarme a ella. Si estoy haciendo o escribiendo algo importante, las llamadas pueden esperar. Aunque seamos mujeres, eso de hacer varias cosas al mismo tiempo es un mito, es mejor mantener la atención en una sola cosa, así seremos más eficientes y terminaremos en menos tiempo lo que estamos haciendo.

Hagan este ejercicio y me cuentan que tal les fue, si se les ocurre alguna otra idea que nos ayude a todas a manejar más efectivamente nuestro tiempo, compartan, así nos ayudamos entre todas.

Les mando millones de besos,

Erika Greenawalt