Mis queridas amigas, ya quería que llegara esta semana para escribirles.

¡Estoy de maravilla, disfrutando de Mi Buena Vida!

¿Se han fijado que últimamente anda muy de moda la onda de lo natural y lo orgánico? Es una tendencia mundial, lo dicen los expertos en mercados. Me he preguntado, si terminará siendo un cliché o es de verdad estamos volviendo a los inicios de todo, lo que está apegado a nuestra madre naturaleza. Yo definitivamente coincido con la segunda opción. ¿Por qué? Aquí les va mi teoría y la de muchos expertos a nivel mundial. Me he encargado de estudiarlo, a mi mente inquieta le gusta saber por qué los seres humanos hacemos lo que hacemos.

Durante estos años de adelantos tecnológicos y de industrialización, muchos países, sobre todo aquellos que han tenido que sustentar poblaciones con 200 millones de habitantes y más, han tenido que ingeniárselas para producir más y más alimentos, de una manera rápida, y muy rentable. Por esto, han recurrido a la fabricación e imitación en laboratorios, con componentes químicos y genéticamente modificado, alimentos que son originales de la naturaleza. Con la creciente competencia de productos, también han tenido que hacer que cada vez parezcan más sabrosos y atractivos, ley del mercado. Y quizá esto no sea para crítica, pero lo que sí es para crítica es que todo esto nos ha llevado a poner en último lugar, la calidad de lo que consumimos como alimentos.

Todos esos productos contienen una gran cantidad de ingredientes químicos, que a veces, hasta ni podemos pronunciar. Y así como nosotros no podemos pronunciar, nuestro cuerpo tampoco puede procesar. Estos residuos quedan almacenados en nuestras células, causando reacciones que deprimen nuestros sistemas inmunológicos y de regeneración. He allí el aumento cada vez más creciente de enfermedades como el cáncer, la diabetes, mutaciones genéticas, obesidad y pare de contar.

No me gusta ser fatalista, pero el mensaje que quiero darles hoy, es que hagan mejores elecciones en sus alimentos, es una manera de amarse ustedes mismas, desde que lo hago, mi vida ha cambiado radicalmente. En lo natural está la respuesta, todo aquello que esté vivo y que crezca, es lo que va en completa armonía con nuestra anatomía. Consuman más frutas, vegetales, y menos alimentos fabricados en su alimentación. Dejen que su cuerpo haga los procesos naturales, que se nutra de la comida de verdad, allí es donde están los verdaderos nutrientes y la vida sana. Hagan pequeños cambios y ya verán cómo sus cuerpos responderán agradecidos.

Ya me irán contando como le ponen el toque natural a Su Buena Vida.

¡Abrazos!

Erika Greenawalt